Como os dije en mi post de los propósitos ganchilleros, os voy a ir enseñando cositas que he ido haciendo a lo largo del tiempo. Esta semana hablaremos de este encargo que me hicieron el año pasado que es el que más me gustó, así que os contaré la historia del Cactus y la bailarina de danza del vientre amigurumi.
Este encargo, además de llevarme demasiado tiempo, con parón de varios meses por trabajo en el que acababa exhausta y como la chica tampoco le corría mucha prisa, ya que era un regalo para Navidad, pues se alargó bastante tiempo.
Además de ese detalle, este amigurumi hizo que saliera de mi zona de confort, ya que iba a ser mi primer amigurumi más parecido a un humano, cosa que nunca había hecho, lo que conllevó a que tener que diseñar el cuerpo de la muñeca. De echo, la primera prueba la hice articulada, otra cosa nueva para mí, pero para la muñeca final no hizo falta, así que teniendo el cuerpo base, hice la otra y la primera prueba me la quedé.
Cuando empecé con el encargo, la chica me envió unas fotos con lo que le gustaría, además yo también fui en busca de inspiración, y alguna muñeca amigurumi por el estilo había, pero como decirlo, eran demasiado reales, con pechos exuberantes y tal. Muy chulas y muy conseguidas pero no era lo que quería para un amigurumi y la chica que me lo encargó tampoco.
Así, haciendo pruebas, algún error y algunos aciertos salió esta muñeca bailarina de danza del vientre ¿os gusta? A la chica que me la encargó le encantó y a su hermana, para quien era el regalo aún le gustó más, y esta parte es la que más merece la pena, cuando algo que haces gusta tanto.
La razón de este amigurumi es que la chica que lo recibió como regalo de Navidad, es bailarina y si no me equivoco, profesora de ese tipo de baile, que por otro lado me entusiasma, algún día iré a unas clases (ja ja ja ojalá), así que fue todavía más especial para mi hacer este tipo de muñeca.
La pena que me quedó fue no tener más conocimientos como para hacerle unas alas de Isis, que fue una de las propuestas, pero esa parte se me escapaba de las manos 🙈, creo que hay un tipo de tela que es justo para hacer esas cosas, pero no con pliegues tan pequeñitos como para el tamaño del amigurumi, así que me tuve que conformar con ponerle un velo, como veis en las fotos.
Para la falda y el velo usé tela de gasa, para el top y el cinturón hilo de algodón y le hice un diseño a crochet y la parte más tediosa a la par que divertida, las moneditas, que no las hay tan pequeñitas, así que usé unas lentejuelas de color plata que dan bien el pego, eso sí, no hacen el ruidito, ¿pero y lo cuquis que quedaron?
Una vez tuve lista la muñeca, a la chica que me la encargó, le gustó muy mucho el cactus amigurumi que hice para una amiga, así que se pidió uno como auto regalo para la oficina. De esta forma, siempre tiene un cactus, que no se muere y que le alegra la mesa y el día, o eso me gusta pensar, ja, ja, ja.
Así que estos pequeñines ya tienen un buen hogar, donde les quieren muuucho y eso es lo que más me llena y me hace feliz a a hora de hacer y vender amigurumis. Y lo que es más, el cactus le gustó tanto a ella como a compañeros, así que repitió y le regaló un cactus a una compañera pero con otro color de flor para no confundirse😄🌵.
¿Te gustaría adoptar alguno? Recuerda que tengo una tienda en etsy donde hay algunos de los muuuchos amigurumis que hice, que estoy haciendo o que haré. Pero si se te antoja alguno que aparece en el blog o en mis redes sociales, puedes ponerte en contacto conmigo y hablamos, como fue el caso de esta chica, preguntó por el cactus y ahora tiene uno, así de fácil 😊
Espero que os haya gustado el post, si es así compartirlo, a cuanta más gente llegue más ayuda a seguir y ¡nos leemos en los comentarios y en el próximo post!
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