Una semana más ando por aquí compartiendo las cosillas pendientes, y esta en concreto lleva tanto tiempo en la carpeta de "futuros post", que hasta me da vergüenza, ja ja ja. Se trata de las macetas divertidas del segundo libro de ganchillo con ternura, que en mi caso lo hice para usarlo de lapicero.
En serio, lleva tanto tiempo en esa carpeta, en la cual cada vez hay más y más carpetas con cientos y cientos de fotos, que no tengo tanto que escribir para tanta foto o proyecto, así que se van acumulando. El caso es que repasándola para escribir el post de la semana, pues descubrí estas fotos y hoy le damos la oportunidad de salir en el blog.
Del segundo libro de ganchillo con ternura, regalo hace tres Navidades, cómo pasa el tiempo, y yo sin darme cuenta🙈. Pero de lo que si me di cuenta es de como han cambiado mis fotos, estas son de cuando hacía las fotos con la ventana de fondo, cosa que nunca debí hacer, ja ja ja. De todo se va aprendiendo. Así que tampoco usaba la maravillosa pared amarilla como fondo, que luego si le saqué mucho partido en las fotos.
Además, también me di cuenta que este lapicero lo usaba mucho antes y tras la mudanza ni sé donde se encuentra, a saber donde estará el pobre, seguro que en alguna cajita de zapatos, lo recuperaré.
Cómo ya sabéis, este vasito no es el único personaje del libro que hice, ya que hace dos años hice el ratoncito, que podéis ver aquí. Pero tras estos dos amigurumis no volví a hacer ninguno más del libro, no porque no me llamen la atención, sino porque tengo demasiadas ideas que llevar a cabo, cals misteriosos que aparecen por el medio, otros proyectos que se cruzan... y al final, como todo, es cuestión de prioridades.
También podéis ver en las fotos las flores redonditas que me enamoraron desde la primera vez que las vi y a las cuales les dediqué un post con el patrón, que más sencillas no pueden ser, pasaros a verlas.
Ya veis, lo algo tan simple, como es un vasito de yogur de cristal, en lo que puede convertirse y lo que puede alegrar el escritorio, en este caso, o también una plantita o tal vez puedan hacer de luz de compañía para los más peques, añadiendo luces led.
Después de haber hecho este lapicero, que más facilito no puede ser, además se acaba rapidito, me entraron muuuchas ganas de tejer más, tantas que le pidiera a mi madre, que por aquel entonces tenían en casa los típicos yogures de cristal, que me guardara algunos, y los pobres siguen esperando a que les haga una funda como esta para darles otra vida... Intentaré ponerlos en mi lista de futuros proyectos ganchilleros para que no se vuelvan a quedar en el tintero.
¿A vosotros os pasa lo mismo? Eso de tener muchas ganas de tejer algo y al final iros por los cerros de Úbeda. ¿O eso de comprar un libro de amigurumis, o de cualquier otras labores y al final no hacer ninguno, o casi ninguno? ¿No me digáis que estoy sola en esto? ¡Manifestaros y dejarlo en los comentarios!🙋 ja ja
Bueno, esto es todo por hoy, espero que os haya gustado, si es así compartirlo y ¡hasta el próximo post!
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